¡Cuántas personas que tenemos a nuestro alrededor necesitan de ayuda!
Todos conocemos a algún anciano que vive solo, o una persona con alguna enfermedad, o con alguna minusvalía.
Vivimos en un mundo muy competitivo, en el que todos estamos muy ocupados, a veces con los trabajos, otras con actividades de diversión y ocio. No queremos sacrificar nuestras diversiones ni nuestro bienestar por nada ni nadie.
Me parece una manera de ver las cosas bastante egoista.
Esos abuelos que nos han criado desde pequeños y tanto nos quieren merecen de nuestra compañía y nuestros cuidados.
Las personas emfermas necesitan el consuelo de sus familiares y amigos para pasar por algunas veces durísimas pruebas.
Existen profesionales que a falta de la familia se encargan de hacer esta tarea y además muy bien por cierto.
Pero como se suele decir la familia es la familia, y nada como el contacto con nuestros seres queridos, cuando nos encontramos enfermos o tristes.
No abandonemos a los que nos necesitan mañana podríamos ser nosotros.
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