ADICCIONES SIN DOGRAS

        - Nuestra sociedad ha desarrollado una verdadera ‘civilización adictiva’, según apuntan los expertos. Las adicciones sin drogas, conocidas también por otros nombres como adicciones no químicas, adicciones sociales, de conducta, etc, ocupan un espacio cada vez mayor, tanto en el interés de los técnicos y expertos en adicciones, como en el discurso social y de los medios de comunicación. Debido a que estamos hablando de un campo muy amplio y complejo, cuyos límites no están del todo claros.

        - Las adicciones sociales se caracterizan  por: compulsión en la realización del acto en cuestión (falta de control), cambio de motivaciones (lo que antes gustaba, ya no resulta tan atractivo), aumento del tiempo invertido en estas actividades, llamadas de atención por parte de la gente allegada por el exceso en la frecuencia del comportamiento (tiempo en Internet, llamadas de móvil, trabajo,…), e incluso llegar a hacerlo a escondidas. También se producen cambios en la personalidad:

·         Aislamiento

·         Apatía o agresividad

·         Cambios repentinos de humor sin que nada lo justifique.

·         La persona comienza a no tenga iniciativa, ser impulsiva, presents déficits de atención, memoria y de razonamiento (graves problemas se ven sencillos y pequeños problemas se ven sobredimensionados…), abandono de responsabilidades.

-                 -  Estos cambios se instauran de manera lenta e insidiosa. Son adicciones sociales: las nuevas tecnologías (Internet, móviles, videojuegos..), ludopatía, sexo, compras compulsivas, trabajo, adicciones afectivas (a personas).

-          En conclusión, ya sabemos bien que "NADA EN EXCESO", aunque el habito que tomemos sea o parezca "bueno", y en caso de que el vicio ya haya cobrado efecto en nuestra vida no queda más que buscar ayuda y en la oportunidad que se presente de recibirla, ACEPTARLA, aunque parezca difícil. Ya que el destino que sigue después de las adicciones es la muerte o la ruina, en fin, en este mundo sales vivo pero con experiencia valiosa, o muerto. Ni el hombre ni la mujer necesitan ser independientes de algo para ser felices o sentirse satisfechos, simplemente tenemos que ver la vida con una perspectiva mejor, y teniendo control de nuestro cuerpo y emociones, podemos alcanzar la ''felicidad'' (lo pongo entre comillas porque la felicidad extrema, como hemos visto, no existe).

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