El 4 de diciembre de 1997, Ana Orantes se plantó frente a las cámaras de televisión y contó los cuarenta años de maltrato que había soportado a manos de su marido, José Parejo. Trece días después de aparecer en el programa, el 17 de diciembre, su marido la asesinó, la roció con gasolina y la quemó viva en el patio de la casa.
Su presencia ante las cámaras de televisión le costó la vida. |
Su asesinato impresionó a la opinión pública y provocó una revolución legislativa que comenzó con la reforma del Código Penal y concluyó con la aprobación por unanimidad, en diciembre de 2004, de la Ley Integral contra la violencia de género. Poco después se puso en marcha el 016, un servicio de información telefónica dirigido a las víctimas de violencia de género, que funciona las 24 horas todos los días del año desde cualquier lugar de España y que no deja huella en la factura.
La violencia de género no desaparece. Todo lo contrario, es un fenómeno imparable en plena expansión en todo el mundo.
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