Los "coffee shops" se han negado a aplicar la normativa que hoy entra en vigor en el sur de Holanda, les obliga a impedir el paso de los extranjeros y holandeses no residentes para evitar el turismo de cannabis.
La policía realiza controles en los "coffee shops". La ley se extenderá por todo el país a partir del 2013.
Los coffee shops deben tener un máximo de 2000 socios que deberán residir en Holanda.
Si algún establecimiento no cumpliera la ley, se arriesgaría al cierre.
Las autoridades holandesas esperan que disminuya la delincuencia, pero los propietarios de estos locales piensan que aumentará la venta ilegal de cannabis.
Mi opinión: yo pienso que si las autoridades holandesas ponen más control a esos establecimientos, habrá menor consumo de cannabis y a los turistas les costará mas trabajo encontrarlo.
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