La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano.
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
Creo que ser solidario es compartir lo poquito que uno tiene para dárselo al prójimo.
No hay que ser egoísta, hay que saber compartir con los demás. También creo que hay gente pobre, y que lo esta pasando mal, y si todos con nuestro granito de arena contribuimos ayudado a esas personas, creo que el mundo seria mucho mejor.
Carmen Benítez Pérez 3ªA
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