La obesidad es la enfermedad crónica
de origen multifactorial prevenible que se caracteriza por acumulación excesiva
de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo;
es decir cuando la reserva natural de energía de los humanos y otros mamíferos,
almacenada en forma de grasa corporal se incrementa hasta un punto donde está
asociada con numerosas complicaciones como ciertas condiciones de salud o
enfermedades y un incremento de la mortalidad. El sobrepeso y la obesidad son
el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año
fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del
sobrepeso o la obesidad. Consiste
en un aumento excesivo de tejido adiposo debajo de la piel y alrededor de los
órganos, que se traduce en un considerable aumento de volumen y peso corporal. Suele
originarse debido a una alimentación inadecuada en la que abundan los alimentos
ricos en calorías, aunque también puede parecer por un fallo en el metabolismo
celular debido a factores genéticos, hormonales o psicológicos. Las personas
obesas exigen un mayor esfuerzo a su corazón y a sus riñones, pulmones, huesos…
y, por tanto, arriesgan su salud. Suele ser más frecuentes en países
desarrollados, en los que se produce una sobrealimentación y más hábitos
sedentarios.
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