Sus manos pequeñas pero fuertes revelaban muchos otoños de siembra y recogida de lo que da la tierra.
Pero Rosa Ojeda,de 50 años, es mas que una campesina de una zona rural de Perú.Su defensa por el
derecho de las mujeres a ser dueña de los terrenos que trabajaban y que por tradición heredan los
hombres, ha derivado en una lucha personal por la igualdad de genero en su país.Desde la niñez a buscado
la independencia.Empezó vendiendo queso a los 9 años para tener sus propios recursos, en contra de la
voluntad de su padre.Hoy es vicepresidenta de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas,Artesanas,
Indígenas,Nativas y Asalariadas de Perú.En el tiempo transcurrido entre estos dos momentos vitales Ojeda
ha nadado a contracorriente,superando tradiciones machistas que no entiende ni le gustan,algunas todabía por erradiar.
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