La policía buscó desde entonces al marido, de 38 años y de la misma nacionalidad, como supuesto autor de las mortales heridas. El hombre, que se entregó a las ocho de la noche en comisaría,había dejado a los pequeños toda la noche anterior junto al cadáver de su madre y con una ventana abierta pese al frío que hacía. El recién nacido sufría desintegración y una ligera hipotermia cuando fue recogido.
Al lugar acudieron familiares de la mujer que estaban destrozados por todo lo ocurrido. Afirmaron que sí sabían que la mujer sufría malos tratos físicos y psicológicos, pero que no lo había denunciado nunca. Por tanto, tampoco existía ninguna orden de alejamiento. "Ella me decía que no estaba feliz, pero que tenia que aguantar por sus hijos. Lo entendía como algo cultural", explicó un primo de la víctima.
OPINIÓN: Pienso que sus familiares no deberían de haber dejado que esto sucediera, ya que sabían que estaba sufriendo malos tratos y podrían haber hecho algo para evitar lo sucedido. Por otro lado pienso que el asesino tiene que tener sangre fría para hacerle eso a sus hijos y a su mujer, porque ella tenía derecho a la vida y a disfrutar de sus hijos.
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