La adolescente de 16 años fue hallada muerta en el rellano de su domicilio.
La Audiencia de Valencia ha condenado a 25 años y medio de prisión a un joven por la violación y asesinato de una amiga suya de 16 años, hallada muerta en el rellano de su domicilio del barrio valenciano de Benicalap en septiembre de 2009.
La sentencia de la Sección Quinta impone así al procesado, Braulio M.R., de 22 años, una pena superior a la pedida en su momento por el ministerio fiscal y le condena asimismo a indemnizar con 120.000 euros a cada uno de los progenitores de la menor. La acusación particular se ha mostrado esta mañana "satisfecha" con el fallo judicial, dado que el tribunal ha atendido a su petición de que, en caso de no condenar al joven por un delito de asesinato, "hacerlo por un homicidio con agravantes".
En el juicio por estos hechos, desarrollado a puerta cerrada por expreso deseo de la familia, el procesado declaró que la joven falleció debido a un "accidente". Su letrado, que solicitó una pena de un año de prisión por un delito de homicidio imprudente, aseguró que "el chico no quería matarla", dado que tenía "muy buena relación" con la víctima.
No obstante, el tribunal le considera culpable de los delitos de violación y homicidio, con abuso de superioridad en ambos casos, y de resistencia a agentes de autoridad. Los hechos sucedieron la madrugada del 19 de septiembre de 2009, en el número 70 de la calle de Periodista Gil Sumbiela, en el barrio de Benicalap de Valencia. El teléfono de Urgencias recibió a las 7.50 horas el aviso del hallazgo de una joven muerta en el rellano de una escalera por parte de un vecino, y un equipo médico acudió al lugar de los hechos, aunque sólo pudo confirmar su fallecimiento.
El procesado y víctima mantenían una relación de amistad desde hacía al menos tres años. Sobre las 23.00 horas del 18 de septiembre, Braulio y otro amigo recogieron a la chica en su domicilio y acudieron a un parque cercano, donde se reunieron con un grupo de conocidos. Alrededor de las 02.30 horas, los tres amigos regresaron a casa, aunque la víctima y el procesado se quedaron juntos un rato más. En el rellano de la finca de ella, el procesado propuso mantener relaciones sexuales y, ante la oposición de la chica, la violó, según la sentencia, y posteriormente la estranguló.
La policía encontró junto al cadáver la cruz y parte de las cuentas de un rosario que el acusado solía llevar colgado al cuello y que, al parecer, se rompió durante el forcejeo que mantuvieron. Según destaca el tribunal, para cometer los hechos, el joven se prevalió de su "mayor corpulencia y gran fuerza física respecto de la menor", circunstancias que impidieron que esta pudiese evitar la "brutal y violenta" agresión que acabó con su vida.
Mi opinión: Yo pienso, como en otras ocasiones he dicho, que todos tenemos derecho a la vida y nadie puede hacer que otra persona pierda su dignidad (al violarla o al hacerle cualquier otra cosa) y más aún un menor de edad.
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