“Nuestro objetivo principal es promover acciones de sensibilización, educación, prevención y denuncia de manera sistemática y permanente, por los derechos humanos de las mujeres a una vida libre de violencia. Desafortunadamente ,estamos asistiendo a un grave deterioro de las condiciones de la mujer nicaragüense”, afirmó Matilde Lindo, directiva de la RMV.
De acuerdo a los datos proporcionados por esta organización, en los últimos diez años en Nicaragua han sido asesinadas 729 mujeres, 71 de las cuales en lo que va del año.
Asimismo, las Comisarías de la Mujer y la Niñez a nivel nacional reportaron 66,522 denuncias por violencia contra mujeres en los últimos dos años, lo que equivale a un promedio de 95 denuncias por día. En el año 2010, de 3,856 delitos graves reportados por estas Comisarías, el 78.13 por ciento fueron delitos sexuales. En muchos de estos casos las víctimas son niñas y adolescentes.
Cabe señalar que en Nicaragua, como en el resto de la región centroamericana, existe un importante subregistro de los datos reales de la violencia contra las mujeres, “además de tipificación y clasificación inadecuadas de estos delitos que invisibilizan la gravedad y dimensión del problema”, se lee en el informe presentado recientemente por la Red.
“Uno de los principales problemas es que todavía no logramos construir una sociedad que esté sensibilizada y conciente de que la violencia hacia las mujeres es un delito. Sigue prevaleciendo la naturalización de ese tipo de violencia, y es por eso que decimos que hay que desconstruir la visión patriarcal de que con el cuerpo de la mujer se puede hacer lo que uno quiere”, aseveró Lindo.
Durante la movilización, que concluyó frente a las instalaciones de la Asamblea Nacional, las mujeres nicaragüenses exigieron el cese a la impunidad y que se castiguen los culpables, “terminando con el tráfico de influencias en los procesos judiciales que deja en libertad a asesinos, agresores y violadores”.
Según ellas, los principales responsables de los femicidios son los esposos, ex compañeros de vida, hermanos u otros familiares. El 70 por ciento de esos asesinatos quedaron en la impunidad.
“La impunidad ha aumentado de una forma descarada. Aunque en la Constitución de Nicaragua se reafirma la igualdad absoluta entre hombres y mujeres, en la práctica no es así. Y las mujeres aún no hemos logrado alcanzar una condición de persona humana con derechos plenos de ciudadanía. El Estado y las iglesias tienen mucha responsabilidad en esta situación”, afirmó la activista de la RMV.
Entre las principales demandas destacaron también la despenalización del aborto terapéutico, la ratificación de parte del Estado del Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujeres (CEDAW) y promover de forma activa la sanción social ante situaciones de violencia contra las mujeres.
De acuerdo a los datos proporcionados por esta organización, en los últimos diez años en Nicaragua han sido asesinadas 729 mujeres, 71 de las cuales en lo que va del año.
Asimismo, las Comisarías de la Mujer y la Niñez a nivel nacional reportaron 66,522 denuncias por violencia contra mujeres en los últimos dos años, lo que equivale a un promedio de 95 denuncias por día. En el año 2010, de 3,856 delitos graves reportados por estas Comisarías, el 78.13 por ciento fueron delitos sexuales. En muchos de estos casos las víctimas son niñas y adolescentes.
Cabe señalar que en Nicaragua, como en el resto de la región centroamericana, existe un importante subregistro de los datos reales de la violencia contra las mujeres, “además de tipificación y clasificación inadecuadas de estos delitos que invisibilizan la gravedad y dimensión del problema”, se lee en el informe presentado recientemente por la Red.
“Uno de los principales problemas es que todavía no logramos construir una sociedad que esté sensibilizada y conciente de que la violencia hacia las mujeres es un delito. Sigue prevaleciendo la naturalización de ese tipo de violencia, y es por eso que decimos que hay que desconstruir la visión patriarcal de que con el cuerpo de la mujer se puede hacer lo que uno quiere”, aseveró Lindo.
Durante la movilización, que concluyó frente a las instalaciones de la Asamblea Nacional, las mujeres nicaragüenses exigieron el cese a la impunidad y que se castiguen los culpables, “terminando con el tráfico de influencias en los procesos judiciales que deja en libertad a asesinos, agresores y violadores”.
Según ellas, los principales responsables de los femicidios son los esposos, ex compañeros de vida, hermanos u otros familiares. El 70 por ciento de esos asesinatos quedaron en la impunidad.
“La impunidad ha aumentado de una forma descarada. Aunque en la Constitución de Nicaragua se reafirma la igualdad absoluta entre hombres y mujeres, en la práctica no es así. Y las mujeres aún no hemos logrado alcanzar una condición de persona humana con derechos plenos de ciudadanía. El Estado y las iglesias tienen mucha responsabilidad en esta situación”, afirmó la activista de la RMV.
Entre las principales demandas destacaron también la despenalización del aborto terapéutico, la ratificación de parte del Estado del Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujeres (CEDAW) y promover de forma activa la sanción social ante situaciones de violencia contra las mujeres.
OPINIÓN PERSONAL:
creo que las mujeres deberían haber nacido ya con impunidad y libres de violencia ya que eso es un derecho universal.
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